El sitio es una pasada, fuimos con nuestras dos hijas y nuestros dos perretes. En la zona puedes hacer un montón de excursiones, montar a caballo, en canoa, visitar museos... Y por supuesto comer a lo gallego/asturiano...
Mención especial a Wayne, que charló con nosotros,jugó con nuestras hijas y nuestros perretes y estuvo súper atento en todo momento. Seguro que volveremos!