Mi reserva estaba prevista desde el viernes 22 hasta el domingo 24 de septiembre, pero tuve que retirarme el sĂĄbado por la tarde porque los servicios eran muy malos. Las divisiones entre cuarto es de una lĂĄmina de madera tan delgada que se escucha hasta las cosas personales que hacen los huĂ©spedes de habitaciones continuas, a pesar que pedĂ cambio de habitaciĂłn porque el ruido era insoportable ... no logrĂ© descansar y dormir cĂłmodamente (objetivo de mi estadĂa), la puerta del baño tenĂa malograda la chapa, es decir no cerraba, no me duche porque del desaguadero de la ducha salĂa un olor hediondo; las sabanas no son blancas y son de la peor calidad que puedan imaginarse que te da escozor la piel.
SolicitĂ© una computadora y no habĂa, me quisieron dar una laptop pero no habĂa señal de internet y el wifi tampoco funciona.
El restaurante estĂĄ debajo de habitaciones y cuando caminan las personas se escucha el crujir de las tablas y hasta puede que te salpique las arenillas que caen por las pisadas, por ultimo ni comer tranquila, porque prĂĄcticamente al lado de tu mesa estĂĄ el gimnasio y ves el sudor de otras personas mientras tomas desayuno.
La dueña es una persona que ni siquiera te da una sonrisa cuando llegas, el dueño es al menos mas amical. En conclusión no se arriesguen a pasar un fin de semana en este lugar porque en vez de descansar les causarå dolor de cabeza
