Llegamos después de medianoche (habíamos avisado) y llamamos al telefono que nos habian indicado. Tuvimos que llamar 4 veces para que nos atendieran y se bajaran a abrirnos. Luego el chico no encontraba nuestra habitación, tuve que cogerle el papel de las manos para indicarle yo cuál era. A pesar de esta pésima llegada, y de las hormigas en la habitación, todo bien, el entorno muy bonito, la terraza para el desayuno con vistas espectaculares.